Ajo y ajos frescos
Sugerencias para los pequeños
A los niños se les puede acostumbrar al sabor pronunciado del ajo si se añade, poco a poco, como condimento en pastas, patatas, sofrito de las verduras, en picada con perejil, pisto, carnes y pescados a la parrilla, y se macera en aceite de oliva o en vinagre para aliñar las ensaladas. Crudo, se frota un poco sobre las rebanadas de pan tostado, y resulta un sabroso aperitivo que se puede acompañar de jamón serrano, jamón york, queso, pimientos asados, anchoas en conserva...
El sabor del ajo es muy mediterráneo. Por ello a personas de otras partes del mundo les puede costar habituarse a su sabor y olor tan profundo. De ahí que su uso en la cocina internacional no esté tan extendido como en los países mediterráneos.