Calabacín

En relación con la salud

Exceso de peso

El calabacín es una hortaliza de bajo aporte calórico gracias a su alto contenido en agua. Además, contiene fibra que ejerce un efecto de saciedad. Por ello se considera un alimento idóneo en dietas de control de peso.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, según el modo en que se preparen los calabacines, su contenido calórico puede variar de forma notable. Por ejemplo, sise fríe el calabacín en vez de hervirlo, asarlo o cocinarlo a la plancha, su valor calórico puede llegar a duplicarse porque es una hortaliza que tiene la capacidad de absorber gran cantidad de aceite.

Facilita las digestiones

El calabacín es una hortaliza que posee propiedades emolientes (suavizantes) sobre el aparato digestivo gracias a su contenido en mucílagos, un tipo de fibra que suaviza y desinflama las mucosas del aparato digestivo. Esta propiedad, unida al hecho de que resulta fácil de digerir y con un suave efecto laxante, le convierte en un alimento cuyo consumo se aconseja especialmente a aquellas personas con estómago delicado o problemas digestivos como gastritis o estreñimiento.

Efecto diurético

Los calabacines son alimentos ricos en potasio y pobres en sodio, lo que les confiere una acción diurética que favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo.

Son beneficiosos en caso de hipertensión, hiperuricemia y gota, cálculos renales, en caso de retención de líquidos u oliguria (producción escasa de orina).

Con el aumento de la producción de orina, se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella como ácido úrico, urea, etc.

Regula la función intestinal

Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en las personas que tienen diabetes.